¿Te consideras adicto al trabajo?

“si confundes la responsabilidad con la adicción al trabajo, excluyes el amor como ingrediente de tu vida y terminas por aislarte del bienestar”.

Considero que hay muchas razones por las que una persona se hace adicta al trabajo; está vez les compartiré brevemente desde la mirada del modelo de las interacciones primordiales el ¿Por qué?, y el ¿para que?, tenemos esta tendencia.

 

Cuando somos niños, nos encontramos como una esponja absorbiendo todo, somos como un computador al cual hay que instalarle aplicaciones con los cuales nos adaptaremos al entorno, y en los programas que se instalan, van todas las creencias, modelos mentales, estructuras de pensamiento etc., sumadas a todas las conductas que aprendemos de los padres, los familiares, los maestros, etc.:

“ Hay que trabajar duro, para después disfrutar”,“ Si no terminas la tarea no hay juegos” ,“ las risas y los juegos son para la hora del recreo”, “si no entregas bien tu trabajo, te reprueban, etc., etc. etc.

¿Cuántos más de este tipo conoces?

Pues así vamos creciendo, de tal forma que si el software no es actualizado, solo se va codificando al entorno del adulto: “El trabajo duro es para cultivar calidad de vida”, “el disfrute y gozo será para las vacaciones”, “si me ven disfrutando, riendo o echando relajo, me castigarán, sentiré culpa, o rechazo, o falta de responsabilidad, etc…

Así, con todos estos condicionamientos se va activando un mecanismo de represión emocional, se va reprimiendo la capacidad de sentir placer a través del hacer, hacer y hacer; Y tarde o temprano llega el gran momento de la crisis, de la insatisfacción, de la duda y entonces puede que ocurra la enfermedad, el estrés, el reclamo de la familia que ya casi no nos ve; se manifiesta de mil y una formas que para nada son agradables.

¿Qué realmente estoy consiguiendo?, ¿De que me alejo?, ¿Qué estoy evitando sentir?, son las preguntas que podemos hacernos si sentimos que ya hay algo en lo cotidiano que no está nada bien.

¿Cómo podemos entonces contrarrestar los efectos de la insatisfacción, de la culpa, del falso deseo, de la frustración, etc.?

Necesitamos reconectar nuevamente con la emoción, con el sentir, con la capacidad de gozar y disfrutar cada momento de nuestra vida, equilibrar las actividades que tenemos durante el día para trabajar, comer bien, hacer ejercicio, convivir con la familia, con los amigos, con el bienestar.

 

Algunas practicas que puedo recomendar para traer el sano equilibrio, físico, emocional, e incluso el espiritual son: el Yoga, Tai-chi, el Temazcal, el Movimiento Primordial o Danza Primal, la Meditación Orgánica etc. y si además consideramos la terapia o el Coaching Transpersonal para reforzar el objetivo; les aseguro un muy buen resultado de integración, armonía para su vida cotidiana, y para todas sus relaciones